Los resultados para el conjunto de España confirman que los venezolanos son mucho más propensos a votar a partidos de derecha que el resto de latinoamericanos (e incluso que el resto de españoles)
Laura Morales/Carles Pamies
Tras la convocatoria de elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid, el impacto electoral potencial de la comunidad de origen venezolano residente en la región y, fundamentalmente, en el municipio de Madrid ha atraído cierta atención mediática (por ejemplo, aquí, aquí y aquí), mientras los más de 12.000 españoles que aún residen en Venezuela y que, según el INE, tendrán derecho de voto no parecen suscitar el mismo interés.
Ya en las elecciones generales de 2019, algunos sugirieron la posibilidad de que los españoles provenientes de Venezuela pudieran ser «decisivos» y de que pudieran «mover masas» de votantes. Hay periodistas que hablan de los españoles de origen venezolano como «arma secreta» de Díaz Ayuso, de Madrid como la nueva «Miami» española y del distrito de Salamanca como «little Caracas».
Se apunta a la posibilidad de que la práctica totalidad de los españoles que proceden de Venezuela voten al PP y de que el «voto venezolano» en España pueda llegar a ser tan fiel al PP como lo suele ser el «voto cubano» en EEUU al partido republicano.
En este post analizamos los mitos y realidades del voto de los españoles de origen venezolano en el contexto más amplio del comportamiento electoral del conjunto de los españoles de origen latinoamericano (la referencia esencial), ampliando los análisis que ya presentamos en un artículo académico publicado con Narayani Lasala-Blanco (Arizona State University) en la revista American Behavioral Scientist donde comparábamos el voto de los inmigrantes sudamericanos en España y EEUU.
Como mostraremos, aunque los españoles de origen venezolano votan más al PP y a otros partidos de centro-derecha, estas preferencias no son tan monolíticas como se da a veces a entender, ni son de una magnitud tal que puedan ser ‘determinantes’ para el resultado electoral en la Comunidad de Madrid. También cuestionamos que sea apropiado comparar Madrid con Miami desde el punto de vista del escenario electoral en el que se compite el 4M.