Por Giuseppe Paladino B.
Una de las herramientas principales y de mayor importancia en el Feng Shui es la brújula. Sirve para determinar con precisión las direcciones, orientaciones y puntos energéticos positivos y negativos de cada uno de los ambientes del hogar. La invención de la brújula es atribuida a los chinos al igual que el Feng Shui. En algunos textos se cita la leyenda de que el emperador Chino Huang-ti hacia el año (2634 a.c.) uso las propiedades básicas de la brújula para orientar a sus tropas en una batalla donde existía invisibilidad provocada por la niebla.
Las brújulas funcionan de igual manera que una brújula de orientación o compás: una aguja magnética es atraída hacia el norte de la Tierra. Por lo tanto, es conveniente despojarse de elementos magnéticos y metálicos a la hora de usar la brújula. Evita su uso cerca de televisores, ordenadores y otros elementos que pudieran crear campos electromagnéticos a su alrededor.
Para usarla, toma la tabla o base de la brújula con ambas manos, sosteniéndola a la altura de la cintura de modo horizontal, y deja que la aguja encuentre su Norte y se quede fija en esta posición. En la base existe una graduación universal, indicada con el Norte (letra N) y el número 0 (orientación en grados). Gira tu cuerpo sobre su eje para hacer que el N y el 0 de la tabla coincidan perfectamente con la dirección de la aguja magnética. A partir de aquí ya puedes medir, en grados, las orientaciones adecuadas para cada habitación y elemento del hogar, siguiendo las nociones aprendidas en el Feng Shui.
Giuseppe Paladino B.
Especialista Feng Shui & Terapeuta sistémico familiar
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