Ileana Matos
Daniel Torrealba sorprendió a los comensales que desayunaron el pasado domingo en El Asador con suero caroreño y pisillo de chigüire –“uno de los platos que más me gustan de los que componen el menú llanero venezolano”– hecho en caldero, machacado, con sofrito y aceite onotado, siguiendo la receta de una de sus abuelas.
Ninguna de las preparaciones forma parte del menú que ofrece el restaurante los sábados y los domingos, pero sí de la lista de productos pendientes con la que viaja el cocinero a Acarigua, por lo menos una vez al mes, para visitar a su familia y a sus proveedores, y para dar una vuelta por el estado Lara y disfrutar, entre otros platos, del lechón frito que venden en la carretera que conduce a Pavia, localidad cercana a Duaca.
Con las dos preparaciones mencionadas, Torrealba enriqueció la variedad de platos que prepara Torrealba para acompañar empanadas y arepas, asadas o fritas, sin añadidos o con chicharrón: cochino frito, caraotas, carne mechada, queso llanero –rallado o a la plancha–, pisillo de pescado, huevos fritos, revueltos o perico, pernil, aguacate y tocineta. ¿Más? Arepas dulces, recién hechas y bien abombadas, como las que se ofrecen en los puestos de comida que atienden a quienes transitan por El Palito, en Carabobo.
El menú se complementa con las cachapas, hechas con maíz amarillo tierno, rellenas con queso o con pernil, y las sopas, pisca andina entre ellas, “elaborada a partir de un caldo de gallina y con mucho cilantro, para que verdaderamente espabile”, explica el cocinero–, y picadillo de res, hervido llanero que supera en sabor a los sancochos de gallina y de pescado que se sirven en el restaurante de lunes a viernes, que lleva carne de res, topocho, yuca y auyama.
Pero lo que verdaderamente atrae del menú son las bandejas de sabores regionales: la occidental con cochino frito, la oriental con pisillo de pescado y la central con carne mechada. Todas comparten como contorno un huevo frito –en caldero–, queso llanero, caraotas, aguacate y una arepa, enumera Torrealba, que no dejó por fuera –“porque siempre hay quien pregunta”– el desayuno americano, con tostadas y tocineta, y las panquecas, que adereza con cambur salteado y sirope de chocolate. ¿Bebidas? Jugos de fruta de temporada, papelón con limón y café.
Fuente El Nacionalhttp://www.el-nacional.com/noticias/gastronomia/desayuno-recorre-geografia-asador_190649