Juan Francisco Alonso
Comprar una casa o un coche, viajar por vacaciones, adquirir ropa, ir al cine o a cenar alguna vez son actividades que están fuera del alcance de la inmensa mayoría de los venezolanos: el 65 % de quienes trabajan en el país caribeño cobram el salario mínimo, y con él apenas pueden cubrir el 8 % de la cesta básica de la compra. Los datos son del último informe del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda), una organización que estudia las condiciones de vida de los asalariados. El trabajo revela que la cesta de la compra alcanzó los 486.878,72 bolívares (45.000 euros al cambio oficial de 11 bolívares por euro y de 110 euros a la tasa del mercado negro), mientras que la remuneración mínima que un empleado puede recibir es de 40.638 (3.694 euros a la tasa de 11 bolívares y 9 euros a la del mercado paralelo). La situación mejora un poco gracias al bono de alimentación que todos los empresarios están obligados por ley a darles a sus trabajadores y que el mes pasado el Gobierno elevó a 108.000 bolívares. Pero ni con ese complemento se cubren los alimentos esenciales y mucho menos los gastos de transporte público, electricidad, agua, teléfono, educación o salud.
Inflación crónica
Venezuela padece desde años una inflación crónica, que en los últimos tiempos se ha acelerado de forma considerable, rozando incluso la hiperinflación. En el 2015, el último año del que las autoridades ofrecieron cifras, se calculó que los precios habían subido un 180,9 %, y un 319 % en el caso de los alimentos. En el 2016, el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó que el ejercicio se cerraría con una inflación cercana al 700 %.
En días recientes, Expresión Libre, una organización que agrupa a periodistas, denunció que la mayoría de ellos cobran el salario mínimo, sin importar su formación y experiencia.
FuenteLa Voz de Galiciahttp://www.lavozdegalicia.es/noticia/internacional/2017/04/10/dos-tres-venezolanos-ven-obligados-pluriempleo-sobrevivir/0003_201704G10P20993.htm