Después de ser demolida la Iglesia de San Pablo donde fue enterrado del compositor José Ángel Lamas, sus restos nunca fueron hallados. La primera escuela de música del país lleva su nombre y después de 146 años también comienza a desaparecer entre escombros.
Los pasillos y salones de la edificación, que es patrimonio de la nación, fueron recorridos por Vicente Emilio Sojo, Antonio Lauro, Antonio Estévez, Evencio y Gonzalo Castellanos, Inocente Carreño, Modestar Bor y José Antonio Abreu, entre muchos otros. Pero las armonías de sus obras dejaron de sonar y dieron paso a una infraestructura de muros caídos, paredes agrietadas, salones sin techos y pisos de maderas inestables. Ruinas.
En junio de 2014 llegó la promesa de restaurar las aulas que alguna vez albergaron organizaciones pioneras como la Orquesta Sinfónica de Venezuela y el Orfeón Lamas. Tras el proyecto de remodelación del casco central de Caracas por parte del gobierno del Distrito Capital, encabezado por Jacqueline Faría, se esperaba que en seis meses la obra fuera concluida. Han pasado dos años y solo repararon el patio central.
La directora de la escuela, Lilian Marchan, asegura que desde hace más de un año las obras permanecen paralizadas y en estado de deterioro, lo que ha convertido a este patrimonio en un lugar de refugio para indigentes y maleantes. En marzo, el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, David Urguelles, informó que terminarían la restauración del techo. Además, pretenden transformar en un museo algunas de las áreas de la institución.
A la comunidad lamista se le otorgó en 2014 el sótano 2 de la Biblioteca Nacional como sede provisional. Pero ahora se enfrentan con una nueva ruina: falta de ventilación, malos olores que se desprenden de los drenajes, grandes concentraciones de monóxido de carbono por estar ubicados debajo de un estacionamiento, filtraciones de aguas negras y sin personal de seguridad.
El subdirector, Albin Zapata, califica de infrahumana las condiciones del lugar e indica que las consecuencias son graves. Los alumnos han sufrido desmayos, convulsiones y cuadros hipertensivos, entre otras dolencias.
Fuente: El Nacional
http://www.el-nacional.com/escenas/primera-escuela-musica-Venezuela-ruinas_0_848315208.html