Por si no lo sabías, la labor de un entrenador personal va más allá de ser una guía dentro del mundo fitness; si no nos crees te invitamos a leer tres razones de peso para contratar a uno en tu gimnasio ¡inmediatamente!
¿Te animaste a unirte al mejor gimnasio de la ciudad, pero no sabes cuál es la diferencia entre una elíptica y una bicicleta? Pues bien, entonces es momento de investigar y contratar a un entrenador personal.
Contrario a lo que se cree, un entrenador personal no solo es un especialista en rutinas de ejercicios, también cuenta con estudios relacionados a diferentes áreas que inciden en la condición física como salud, nutrición, psicología y fisioterapia, entre muchas otras.
Esto hace que el entrenador personal ofrezca una evaluación más completa al momento de tu ingreso en el gimnasio y pueda establecer una sistemática rutina de entrenamiento dependiendo de tus necesidades e intereses.
Sin embargo, existen otros motivos para convencerte de contratar a un entrenador personal y tienen que ver con tu motivación, los avances que presentes con el transcurso del tiempo y el riesgo de lesiones. Te los explicamos más claramente, a continuación:
Motivación. Un entrenador te estimula a que siempre cumplas con tus propias expectativas, des más de lo que estás acostumbrada y salgas de tu zona de confort, al seguir un plan de entrenamiento.
Supervisión. Un entrenador supervisa la correcta utilización de las máquinas, para que de esta forma no tengas riesgo de sufrir alguna lesión. Algo que es más probable que ocurra al estar entrenando sola.
Monitoreo. Un entrenador estará al tanto de los ajustes de diferentes aptitudes físicas que presentes como la resistencia, la fuerza y la agilidad. Hacer un seguimiento de tus avances es clave para el resultado final.
Fuente: EME de mujer