Chavismo o España? Dudó durante años y sufrió hasta el límite para tomar la decisión, pero una vez que lo hizo, Garbiñe Muguruza voló alto. Tan alto, que el sábado desafiará a Serena Williams por el título de Wimbledon, el torneo de tenis más codiciado del mundo.
Venezuela es ya pasado para ella. «No voy nunca», dijo hoy la jugadora española de 21 años tras derrotar a la polaca Agnieszka Radwanska 6-2, 3-6 y 6-3 un rato antes de que Serena liquidara 6-2 y 6-4 a la rusa Maria Sharapova.
La sonrisa está bien y fuertemente instalada en el rostro de Muguruza, todo lo contrario a lo que se veía el año pasado en el Abierto de Estados Unidos, donde tras caer en primera ronda casi rompe en llanto ante los periodistas.
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Eran días de tremenda presión para Muguruza, ya que el gobierno de Caracas le ofrecía que jugara representando a Venezuela y el de Madrid le proponía hacerlo por España. El padre de Muguruza, José Antonio, es español. Su madre, Sacarlet, es venezolana. Los importantes negocios de su padre en el país gobernado por Nicolás Maduro no eran un menor para que Muguruza, nacida en Caracas, tomara la decisión. Hubo ofertas y presiones, tensiones, enojos y dudas, pero la jugadora tenía bien claro que si abrazaba la bandera española aumentarían sus posibilidades deportivas, en especial de cara a los Juegos Olímpicos, donde no sólo sería candidata a una medalla en individuales, sino también en dobles. En Venezuela no cuenta con jugadoras que se acerquen siquiera a su nivel. Así fue que en octubre de 2014 anunció su decisión sin sorprender demasiado: no a Venezuela, sí a España. «Venezuela pierde con España la batalla por Garbiñe Muguruza», tituló «El Universal» de Caracas. «Ha sido una decisión realmente difícil, meditada y delicada por los vínculos tanto personales como familiares que me unen con ambos países», dijo en aquel entonces Muguruza, criada en Barcelona.
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«Llevo a Venezuela y a España en la sangre y en el corazón. Y tengo a mi familia repartida en ambos países. Con el apoyo de toda mi familia, he decidido jugar por España a partir de ahora. Quiero vivir la sensación de representar a un país y no jugar sólo para mí misma, sino para todos», agregó.
«Quiero agradecer a las federaciones de España y Venezuela por el respeto que me han demostrado durante todo el proceso. Al tiempo que espero seguir contando con el cálido y continuo apoyo que recibo de mis seguidores venezolanos», añadió.
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Hoy, ya liberada de aquella carga, se dejó caer de rodillas, y luego boca abajo, sobre el césped del All England para celebrar la cumbre de su carrera. «No tengo palabras para explicar esto. ¡Estoy tan feliz! Trabajé toda mi vida para lograr esto», dijo la número 20 del ranking mundial, que jugó un tenis excepcional en el primer set, pero luego acusó nervios e inexperiencia mientras Radwanska, de 26 años y 13 de la clasificación, hacía sentir su tenis y su experiencia. «En ese primer set yo estaba jugando realmente bien, demasiado bien. Me decía a mí misma ‘¿¡qué estoy haciendo!?’ Me puse muy nerviosa en el segundo set», admitió Muguruza, que buscará convertirse en la primera española en ganar Wimbledon desde que Conchita Martínez lo hiciera en 1994. Arantxa Sánchez fue, en 1996, la última finalista, pero Muguruza quiere ser Conchita, no Arantxa, que nunca pudo ganar en el All England.
Fuente:http://canchallena.lanacion.com.ar/