Inicio Curiosidades Éxodo de la inteligencia

Éxodo de la inteligencia

Reiteradamente durante sus años en el poder el fallecido presidente Hugo Chávez ofrecía que Venezuela sería una potencia mundial en lo económico y en lo tecnológico.

En el mundo hay 7 millones de científicos aproximadamente de los cuales 94% están concentrados en Estados Unidos, La Unión Europea y Asia (Japón, China, Corea del Sur, La India). Durante los últimos 50 años los países desarrollados han utilizado estrategias de captación de personal altamente calificado con incentivos y condiciones para desarrollar programas de investigación. Aproximadamente 70% de los científicos y tecnólogos latinoamericanos han seleccionado a Estados Unidos como el país de destino convirtiéndolo en polo de atracción más importante del continente. EUA posee 33,6% de los científicos del mundo y otro 29% está en Europa.

Para el investigador Iván de la Vega, profesor asociado de la facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Simón Bolívar, la cifra que aporta el último estudio de la Unesco de 2014 en esa materia, destaca el drama que tal desproporción significan para Latinoamérica y en particular para Venezuela, cuando gran parte de su población científica y profesional está emigrando a otros países. «Tenemos la mirada en el piso mientras el mundo desarrollado está a las puertas de una transformación tecnológica nunca vista que cambiará todos los patrones de investigación. En los próximos años los países, que como Venezuela, si no se prepara para esos cambios que están surgiendo de nuevas áreas del conocimiento como la «nanotecnología», se quedarán en el atraso.

Otro aspecto que destaca De la Vega es que organismos como la UNESCO han estimado que los países en vías de desarrollo deben tener como mínimo un investigador por cada 1.000 habitantes para avanzar en ciencia y tecnología. Según ese argumento Venezuela debería tener de 24 mil a 30 mil investigadores en todas las áreas del conocimiento.

La estimación del Observatorio de Ciencia y Tecnología y el Programa de Promoción al Investigador, creado por el Gobierno de Chávez y que funcionó hasta 2009, registraba que Venezuela poseía 6.822 investigadores.

A juicio de De La Vega, la emigración de científicos, profesores, profesionales y técnicos venezolanos hacia otros países, abre aún más esa brecha que nos separa del mundo desarrollado.

Venezuela potencia

Reiteradamente durante sus años en el poder el fallecido presidente Hugo Chávez ofrecía que Venezuela sería una potencia mundial en lo económico y en lo tecnológico. Siguiendo las pautas de su antecesor, Nicolás Maduro aseguró que este año 2015 «va a ser una año productivo, será el primer año del resto de la segunda década del siglo XXI para convertir el país en una Venezuela potencia».

Sin embargo la crisis económica que sufre el país, especialmente en los últimos dos años, que se resume en la escasez, la devaluación de la moneda y la inseguridad, han sido factores para que se profundizara la última oleada de emigrantes que ha sufrido Venezuela en los últimos 15 años, que los investigadores ubican en un millón y medio de venezolanos.

Aunque no hay cifras oficiales del éxodo de profesionales e investigadores que se han ido al exterior, el estudio realizado por el sociólogo Tomás Páez, conjuntamente con un grupo de investigadores asentados en Francia, España, Estados Unidos y otros países sobre venezolanos en el exterior arroja que 90% de la emigración son graduados universitarios, 40% tiene maestría y 12% tiene doctorado. En el estudio participaron los investigadores Mercedes Vivas, Rafael Pulido, en Francia, Paula Vásquez y Frank Briceño como coordinador técnico. El mismo se basó en encuestas, focus group y testimonio de vida, sobre más de 900 emigrantes certificados cuya información se hará pública próximamente. Se realizaron cerca de 900 cuestionarios respondidos por venezolanos en 40 países, más de 100 entrevistas en profundidad, historias de vida y talleres.

Los bajos salarios, la inseguridad, alto costo de la vida, escasez y pocas posibilidades de desarrollo personal siguen siendo las razones esgrimidas por los encuestados, a lo cual se agrega la situación política. Esto último se reafirma cuando gran parte de los consultados señalan que podrían regresar si se produce un cambio político en el país.

Páez clasifica entres los grupos de emigrantes: Los emprendedores que son creadores de riqueza y de empleo. Empleados: que son profesionales en áreas de mucho interés como medicina, ingeniería, programación, cultura y comunicación social. Y los estudiantes, en su mayoría con carrera universitaria.

En cuanto a los investigadores, de acuerdo a los estudios realizados por Iván de la Vega, a la par de los bajos salarios, están los pocos incentivos para la investigación, presiones políticas y cuestionamiento de sus actividades académicas que han sido consideradas «elitescas» por los voceros oficiales.

El éxodo

En los últimos 10 años se han ido del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas 15% de los científicos titulares. La mayoría de ellos, investigadores de gran trayectoria con numerosas publicaciones en las más prestigiosas revistas científicas internacionales. Recientemente, ante una amenaza de eliminar a ese instituto con 55 años de existencia, el vicepresidente Jorge Arreaza comentó: «No vamos a eliminar al IVIC, lo que vamos a eliminar es la ciencia elitesca, la ciencia para el capitalismo, la ciencia que no es útil para el pueblo».

El IVIC cuenta con una planta de 750 profesionales y técnicos que trabajan en el área de investigación. De ellos aproximadamente 200 son investigadores titulares con nivel de post doctorante y trabajos publicados en reconocidas revistas científicas internacionales.

Desde hace 10 años comenzó una migración de investigadores hacia otras instituciones o hacia el exterior estimada en 15%.

La salida de investigadores en este instituto no ha sido tan grande como en las universidades ya que hasta el año pasado aún se mantenían ciertas condiciones de trabajo, salariales y para la investigación. Sin embargo esas condiciones están amenazadas por una nueva Ley que ha sido promovida desde la Asamblea Nacional. A pesar de las dificultades la institución continúa con sus programas de investigación y ha incorporado nuevos proyectos en el área de la «nanociencias», junto a otras instituciones venezolanas, que tiene aplicaciones en diversidad de áreas como medicina, producción de materiales, energía etc.

El salario actual de un investigador del más alto nivel con una carrera de 30 años y reconocimiento internacional está entre 18 y 20 mil bolívares al mes. A una tasa preferencial Simadi sería equivalente a menos de 100 dólares.

Un investigador titular en Canadá tiene un salario de 9 mil dólares. En Colombia es de entre 4.500 y 5 mil dólares y salarios equivalentes los tiene Ecuador, México, Brasil y Chile y otros países de la región.

Más en: http://www.eluniversal.com/

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Éxodo de la inteligencia

Reiteradamente durante sus años en el poder el fallecido presidente Hugo Chávez ofrecía que Venezuela sería una potencia mundial en lo económico y en lo tecnológico.

En el mundo hay 7 millones de científicos aproximadamente de los cuales 94% están concentrados en Estados Unidos, La Unión Europea y Asia (Japón, China, Corea del Sur, La India). Durante los últimos 50 años los países desarrollados han utilizado estrategias de captación de personal altamente calificado con incentivos y condiciones para desarrollar programas de investigación. Aproximadamente 70% de los científicos y tecnólogos latinoamericanos han seleccionado a Estados Unidos como el país de destino convirtiéndolo en polo de atracción más importante del continente. EUA posee 33,6% de los científicos del mundo y otro 29% está en Europa.

Para el investigador Iván de la Vega, profesor asociado de la facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Simón Bolívar, la cifra que aporta el último estudio de la Unesco de 2014 en esa materia, destaca el drama que tal desproporción significan para Latinoamérica y en particular para Venezuela, cuando gran parte de su población científica y profesional está emigrando a otros países. «Tenemos la mirada en el piso mientras el mundo desarrollado está a las puertas de una transformación tecnológica nunca vista que cambiará todos los patrones de investigación. En los próximos años los países, que como Venezuela, si no se prepara para esos cambios que están surgiendo de nuevas áreas del conocimiento como la «nanotecnología», se quedarán en el atraso.

Otro aspecto que destaca De la Vega es que organismos como la UNESCO han estimado que los países en vías de desarrollo deben tener como mínimo un investigador por cada 1.000 habitantes para avanzar en ciencia y tecnología. Según ese argumento Venezuela debería tener de 24 mil a 30 mil investigadores en todas las áreas del conocimiento.

La estimación del Observatorio de Ciencia y Tecnología y el Programa de Promoción al Investigador, creado por el Gobierno de Chávez y que funcionó hasta 2009, registraba que Venezuela poseía 6.822 investigadores.

A juicio de De La Vega, la emigración de científicos, profesores, profesionales y técnicos venezolanos hacia otros países, abre aún más esa brecha que nos separa del mundo desarrollado.

Venezuela potencia

Reiteradamente durante sus años en el poder el fallecido presidente Hugo Chávez ofrecía que Venezuela sería una potencia mundial en lo económico y en lo tecnológico. Siguiendo las pautas de su antecesor, Nicolás Maduro aseguró que este año 2015 «va a ser una año productivo, será el primer año del resto de la segunda década del siglo XXI para convertir el país en una Venezuela potencia».

Sin embargo la crisis económica que sufre el país, especialmente en los últimos dos años, que se resume en la escasez, la devaluación de la moneda y la inseguridad, han sido factores para que se profundizara la última oleada de emigrantes que ha sufrido Venezuela en los últimos 15 años, que los investigadores ubican en un millón y medio de venezolanos.

Aunque no hay cifras oficiales del éxodo de profesionales e investigadores que se han ido al exterior, el estudio realizado por el sociólogo Tomás Páez, conjuntamente con un grupo de investigadores asentados en Francia, España, Estados Unidos y otros países sobre venezolanos en el exterior arroja que 90% de la emigración son graduados universitarios, 40% tiene maestría y 12% tiene doctorado. En el estudio participaron los investigadores Mercedes Vivas, Rafael Pulido, en Francia, Paula Vásquez y Frank Briceño como coordinador técnico. El mismo se basó en encuestas, focus group y testimonio de vida, sobre más de 900 emigrantes certificados cuya información se hará pública próximamente. Se realizaron cerca de 900 cuestionarios respondidos por venezolanos en 40 países, más de 100 entrevistas en profundidad, historias de vida y talleres.

Los bajos salarios, la inseguridad, alto costo de la vida, escasez y pocas posibilidades de desarrollo personal siguen siendo las razones esgrimidas por los encuestados, a lo cual se agrega la situación política. Esto último se reafirma cuando gran parte de los consultados señalan que podrían regresar si se produce un cambio político en el país.

Páez clasifica entres los grupos de emigrantes: Los emprendedores que son creadores de riqueza y de empleo. Empleados: que son profesionales en áreas de mucho interés como medicina, ingeniería, programación, cultura y comunicación social. Y los estudiantes, en su mayoría con carrera universitaria.

En cuanto a los investigadores, de acuerdo a los estudios realizados por Iván de la Vega, a la par de los bajos salarios, están los pocos incentivos para la investigación, presiones políticas y cuestionamiento de sus actividades académicas que han sido consideradas «elitescas» por los voceros oficiales.

El éxodo

En los últimos 10 años se han ido del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas 15% de los científicos titulares. La mayoría de ellos, investigadores de gran trayectoria con numerosas publicaciones en las más prestigiosas revistas científicas internacionales. Recientemente, ante una amenaza de eliminar a ese instituto con 55 años de existencia, el vicepresidente Jorge Arreaza comentó: «No vamos a eliminar al IVIC, lo que vamos a eliminar es la ciencia elitesca, la ciencia para el capitalismo, la ciencia que no es útil para el pueblo».

El IVIC cuenta con una planta de 750 profesionales y técnicos que trabajan en el área de investigación. De ellos aproximadamente 200 son investigadores titulares con nivel de post doctorante y trabajos publicados en reconocidas revistas científicas internacionales.

Desde hace 10 años comenzó una migración de investigadores hacia otras instituciones o hacia el exterior estimada en 15%.

La salida de investigadores en este instituto no ha sido tan grande como en las universidades ya que hasta el año pasado aún se mantenían ciertas condiciones de trabajo, salariales y para la investigación. Sin embargo esas condiciones están amenazadas por una nueva Ley que ha sido promovida desde la Asamblea Nacional. A pesar de las dificultades la institución continúa con sus programas de investigación y ha incorporado nuevos proyectos en el área de la «nanociencias», junto a otras instituciones venezolanas, que tiene aplicaciones en diversidad de áreas como medicina, producción de materiales, energía etc.

El salario actual de un investigador del más alto nivel con una carrera de 30 años y reconocimiento internacional está entre 18 y 20 mil bolívares al mes. A una tasa preferencial Simadi sería equivalente a menos de 100 dólares.

Un investigador titular en Canadá tiene un salario de 9 mil dólares. En Colombia es de entre 4.500 y 5 mil dólares y salarios equivalentes los tiene Ecuador, México, Brasil y Chile y otros países de la región.

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