La nueva sede corporativa de la entidad, una torre de más de 90 metros de altura y 19 plantas situado en el barrio madrileño de Las Tablas, recibirá en las próximas semanas a unos 3.500 empleados. A lo largo del verano, cuando la ciudad financiera funcione a pleno rendimiento, los empleados podrán elegir a qué hora empezarán su jornada laboral.
En concreto, BBVA les permitirá entrar entre las 7.30 horas y las 10.00 horas, tener una pausa de media hora para comer y dejar su puesto cuando haya concluido su jornada de trabajo, cuya duración es de 7 horas y 45 minutos.
Este horario flexible ha entrado en vigor este mes de mayo y va a beneficiar, con carácter general, a todos los empleados de la Ciudad BBVA, conocida como La Vela, aunque habrá algunas excepciones: no se podrán acoger a ella los empleados con horarios especiales, como los que tengan que coordinarse con áreas geográficas con diferentes husos horarios. De momento, la entidad no tiene pensado a corto plazo instaurar esta política en el conjunto de su plantilla a escala global, que engloba a más de 100.000 personas.
Pero, ¿por qué ha tomado esta decisión la segunda entidad financiera más importante del país? Para empezar, según dicen los sindicatos, para evitar problemas de tráfico. La nueva ciudad financiera de BBVA se sitúa en Las Tablas, un barrio residencial en Madrid donde son muy habituales las retenciones en las horas punta.
En segundo lugar, según el banco, la flexibilidad horaria será una de las medidas que ayuden a la multinacional presidida por Francisco González a implantar nuevas formas de trabajar, más eficientes y sencillas y, además, a reforzar su imagen de marca y su apuesta como icono de modernidad.
Por último, BBVA asegura que ha adoptado esta medida para permitir la conciliación de la vida laboral y personal de sus empleados y aumentar su nivel de satisfacción.
Fuente: http://www.idealista.com/