Carlos Fraga
El Espíritu de la Navidad es el comienzo de la estación del año con las noches más largas y los días más cortos; significa que, en medio de la oscuridad llega el espíritu y trae consigo la unión, el recogimiento, el agradecimiento y las nuevas oportunidades. No soy dado a seguirme por rituales, lo importante ante la fecha es: No depender de ellos, sino que ellos dependan de nosotros y que el ritual que se vaya a hacer te llene a ti en lo particular, por lo tanto despliega creatividad y sensibilidad para crear tus propios rituales de unión y agradecimiento.
Hermes Ramírez
Debemos reunirnos con la familia y realizar una cena, adornar la mesa, arreglar los alimentos. Es un momento de compartir y reflexión con nuestros seres amados. También, al momento de iniciar la cena, nos tomamos de la mano, hacemos una rueda y se eleva una oración o plegaria al cielo. Escribimos algunas peticiones y las quemamos para que se eleven. Recomiendo rezar, en familia un Padre Nuestro.
Las peticiones que hicimos el año pasado la evaluamos y vemos cuáles no se han cumplido, éstas las volvemos a escribir y canalizamos nuestros deseos, después se queman y dejamos que esas cenizas se eleven al cielo. Encender incienso de mandarina; bañarse con aguas aromáticas y colocar velas, preferiblemente, color verde. Los granos no deben faltar para la abundancia.
Fuente El Universal / Año 2013