En Venezuela rige un control de cambio que limita las transacciones con divisas
Las tarjetas de crédito del Banco Bicentenario (del Gobierno) no pasan en el exterior desde el 2 de febrero, según reportan usuarios.
Desesperados, los viajeros venezolanos deben dormir en aeropuertos y en casas de amigos, debido a la imposibilidad de pagar un hospedaje.
Debido al control de cambio que rige en Venezuela, y que el régimen chavista se niega a eliminar, los venezolanos deben tramitar ante el Estado un cupo de divisas que depende del destino y la cantidad de días que dura el viaje. Desde el año pasado, los únicos que pueden solicitar ese cupo viajero son las personas que tengan tarjetas de crédito en bancos del Estado.
El diario La Verdad reseña el caso de José Alberto González, quien fue a hacer un curso de electromedicina en Bogotá el 6 de marzo. Nada marchó como lo planeado y ahora duerme en el piso de la residencia de sus amigos. Por falta de dinero, no pudo comenzar el estudio que lo llevó a tierras colombianas y espera a que vuelvan a abrir la frontera para regresar al país.
«Me parece una humillación total para nosotros», dijo.
También destaca el caso de Eleazar Ramos, radiodifusor, quien planificó su viaje a Madrid con unos seis meses de anticipación. Desde su llegada el 24 de febrero, su tarjeta no ha pasado por un solo euro y su estadía se extiende hasta el 17 de mayo. De todas las versiones que ruedan en Twitter por parte de usuarios en su misma situación, la que más lo convence es una posible deuda del banco con Visa y Mastercard, que impide el funcionamiento de las transacciones en el extranjero.
En el consulado de Venezuela en Madrid no encontró ayuda, agrega el diario.
Lo mismo pasa en Ecuador, Chile, Panamá, Argentina, Brasil y Alemania, según reportan usuarios en redes sociales.
Ramos fue al aeropuerto de la capital española, donde consiguió el caso de una pareja venezolana que pernoctaba en el lugar a la espera de la llegada del día de su retorno a Venezuela, que sería dos días después.
Entre sus limitaciones en el extranjero destaca su falta de capacidad para comprar comida, por lo que se ve obligado a pedir dinero prestado a sus amigos.
Las personas que conoció a través de las redes no tienen tanta suerte: «Según los testimonios, la gente ha vendido ropa y prendas para poder pagar, otros han trabajado para el hotel. Es horrible».
Fuente: MiamiDiario.com